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Las plantaciones de PINO empeoran el efecto de las sequías.

Según estudios internacionales, especialmente uno publicado en la revista científica “Hydrological Processes” (traducida como “Procesos Hidrológicos”) de Inglaterra afirma que las especies forestales de rápido crecimiento como los Pinos no solamente no ayudan a superar los problemas de escasez de agua en la temporada de sequía, sino que son capaces de empeorar aún más el problema.

El año 2016 la revista en mención publicó un estudio hecho por un grupo internacional de instituciones y universidades que forman la Iniciativa Regional de Monitoreo Hidrológico de Ecosistemas Andinos (iMHEA). En este se analizaron los impactos de los cultivos, el sobrepastoreo, y las plantaciones de pino en ecosistemas de páramo, jalca, y puna, incluyendo mediciones en las regiones de Piura, Amazonas, Huaraz, Lima, y Apurímac.

Se encontró que en todos los tipos de ecosistema, las plantaciones de Pino reducen los caudales de los ríos cercanos a la cuarta parte durante todo el año, pero su efecto es hasta 10 veces más negativo durante las temporadas de sequía.

¿Se valora el enfoque ecosistémico en Perú?

Si bien el término aparece en documentos oficiales, el financiamiento masivo de proyectos productivos con especies exóticas (ej: ganado vacuno, pino, trucha) y la inclinación por considerar estas iniciativas (y el turismo asociado) como “ecológico”, son graves señales de incoherencia. Este desfase entre el discurso y la realidad, presente tanto en organizaciones de base como en el Estado, persiste a pesar de salir de un periodo de más de 10 años de importante inversión de la cooperación internacional a favor de proyectos de adaptación al cambio climático basada en los ecosistemas, los cuales dejaron un amplio corpus de material didáctico y manuales prácticos para fomentar réplicas. También persiste a pesar de innumerables antecedentes locales exitosos, como la experiencia de la Asociación Bartolomé Aripaylla en Ayacucho (desde 1991), o la siembra de especies nativas cultivadas en vivero en Cusco (desde 1982).

Minagri: ¿es deliberada la ceguera del ministerio forestal?

A diferencia de lo que sucede en otros países, en Perú, el Ministerio de Agricultura es el que orienta las actividades forestales. Entre 2015 y 2018, el MINAGRI ha financiado más de 11 proyectos de forestación usando 13 millones de plantones de pinos en 10 regiones del Perú, sobre todo a través del programa Agrorural. En el portal web del ministerio no se han encontrado, para ese mismo periodo, proyectos que usen mayormente especies nativas. De los 11 proyectos, la mayoría fueron promovidos con el argumento de un efecto regenerador de los pinos sobre el “colchón hídrico” y un incremento de la disponibilidad de agua para los agricultores… Cabe preguntarse si alguien en Agrorural ha leído los estudios citados previamente. ¿No sería que el interés de Agrorural en privilegiar los pinos es simplemente la rentabilidad económica?, pues el crecimiento rápido hace del pino una opción efectivamente ventajosa a corto plazo para obtener madera. El problema radica en que se insiste en los beneficios hídricos. Alberto Joo Chang, exdirector de Agrorural, se expresó directamente en 3 ocasiones entre agosto 2017 y abril 2018 a las comunidades campesinas alabando los beneficios hídricos que conllevarán los pinos. No solamente sus declaraciones van en contra del conocimiento científico, contradicen también a otra institución pública, la SUNASS, que ya desde mayo 2017 hace campaña para disuadir las comunidades de usar el pino en proyectos que buscan aumentar la disponibilidad hídrica.


Fuente : http://www.actualidadambiental.pe/?p=52946

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