El alcalde Juan Pérez Campos está a punto de convertirse en el primer alcalde de Cajabamba en ser llevado a una sesión extraordinaria del Concejo Municipal para determinar si será vacado de su cargo. La población cajabambina ha manifestado su hartazgo frente a una autoridad edil que, según señalan, ha actuado de manera arbitraria e irresponsable. A pesar de las constantes denuncias y pruebas de presuntos actos de corrupción, el alcalde persistió en su conducta, confiado en una supuesta inmunidad. Este hecho marcará un precedente en la historia de Cajabamba, donde por primera vez el Concejo Municipal podría decidir la vacancia de un alcalde. En un acto que muchos consideran una burla, personas cercanas al alcalde adquirieron los kits de revocatoria, intentando confundir a la población. Algunos de ellos incluso trabajan en la Municipalidad Provincial de Cajabamba, lo que ha indignado aún más a los ciudadanos, quienes se sienten subestimados por estas maniobras. Sin embargo, el pueblo cajabambino ha demostrado ser sabio y no se ha dejado engañar. Ahora, la responsabilidad recae en los regidores, quienes deberán emitir un voto consciente y responsable, pensando en el desarrollo y bienestar de Cajabamba. Los actos tienen consecuencias, y este será un capítulo que quedará registrado en la memoria de la provincia. Juan Pérez Campos pasará a la historia, no por sus logros, sino como el alcalde cuyo proceder lo llevó a enfrentar su posible vacancia.
